Hola mis queridos lectores, es impresionante cómo pasa el tiempo no?, ya cada vez queda menos para que mi primer semestre universitario termine y les puede decir que dejando fuera las muchas pruebas y controles ha sido un buen comienzo de año y les cuento que voy con la mejor disposición para enfrentar estas últimas semanas que dicen que son del terror. Mis mejores deseos para ustedes también en lo que tengan que hacer.
Bueno, en esta sesión les hablaré de la segunda parte de la clase de movimiento. Para esta clase la profesora nos pidió a las mujeres llevar una falta y a los hombres un pantalón negro con una polera blanca. Al enterarme de qué íbamos a usar faldas pensé:-Ahora sí que sí bailamos-. Incluso por las faldas creí que hasta haríamos una especie de Cumbia colombiana pero en ETO todas las clases son un misterio.
La primera etapa de la clase consistió en solo "sacudirse", cada centímetro de nuestro cuerpo lo hacíamos presente y realizábamos movimientos expresando libertad, un ejercicio muy bueno para soltarse y dejar que el cuerpo se relaje. Después de tanto soltarnos y movernos "descontroladamente" quedamos un poco hiperactivos así que para pasar a la segunda etapa de la clase tuvimos que realizar un ejercicio para entrar un poco en la calma. El ejercicio consistía en tumbarse en el suelo, cerrar los ojos y con una respiración muy coordinada sentir el ruido de tu corazón, costillas y pelvis colocando las manos sobre cada una de estas partes. Me gustó bastante y es una técnica totalmente recomendable para conectar el alma, el cuerpo y la mente y así controlar los niveles de ansiedad y estrés.
Con el ejercicio anterior quedamos todos muy relajados para pasar a la segunda etapa de la clase, sentí la que motivación por seguir moviéndose disminuyó por parte de mis compañeros y preferían seguir relajándose.
Luego, llegó el momento de que las mujeres nos pusiéramos las faldas (cabe recalcar que todas nos veíamos muy bien jajaja). La actividad consistía en que en base a la melodía que sonaba, grupos de 3 personas iban a comenzar a danzar como a ellos les gustara, después llegaban 3 personas más y así sucesivamente.
Me explico, tres personas (que eran una especie de máquina) salían a la "pista de baile" y por un tiempo determinado, cada una danzaba a su manera, luego se detenía la máquina y entraban 3 personas más con su danza y energía hasta lograr nuevamente mover la máquina y ahora eran 6 personas las que danzaban y la movían y así sucesivamente. Adivinen quién se atrevió a salir de las primeras, sí quién les habla y no fue difícil porque nadie se peleó por salir. Hay un gran porcentaje de mis compañeros que son tímidos y les cuesta este tipo de actividades y a mí en particular me da pena que no lo puedan disfrutar tanto como yo, así que yo lo hago no más y muestro mucho agrado para ver si los motivo un poco.
Esta clase, claramente la amé y cumplió con mis expectativas, algo que no pasó con la clase anterior. Danzando a mi manera, sentía que volaba, que me perdía y me encontraba. Aproveché cada segundo de música para moverme porque mi alma se llena cuando bailo y todo lo que intentaba expresar y cómo me movía me recordaba cuando yo hacía danza contemporánea , entonces todas las emociones revueltas que sentía en ese entonces eran y son inexplicables. Ojalá la clase hubiera durado más y espero con ansias una repetición. Como se dice en buen chileno "estaba en mi salsa".
Cuídense mucho y nos vemos en una próxima entrada.
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